El pasado jueves 5 de octubre se registró un ataque con drones en una academia militar de Homs, al centro de Siria. Los drones atacaron una ceremonia de graduación, matando a ciento diez personas. Estaba presente el Ministro Sirio de Defensa, Ali Mahmoud Abbas, que abandonaría el lugar poco antes de los ataques.
La agencia siria de noticias, SANA News Agency, menciona que el ataque tuvo lugar al concluir evento de la graduación. Los drones atacaron la academia en ese momento. Era una ceremonia adelantada del ascenso de oficiales sirios.
Ceremonia de graduación antes del ataque. Fuente: @Charles_Lister
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, registró ciento doce muertos, entre los que hubo veintiún civiles, de las cuales once eran mujeres y niñas. Por su parte, el ministro de salud sirio, Hassan al-Ghobash mencionó que la figura preliminar era de ochenta muertes. Entre ellas había seis mujeres y seis niñas. Añadió doscientas cuarenta personas heridas.
El gobierno sirio acusó a insurgentes “respaldados por conocidas fuerzas internacionales” que usaron “drones cargados con explosivos”. En la misma declaración mencionaban que “responderían con firmeza al ataque”. El atentado también fue considerado “un acto criminal sin precedentes”. Se ha descrito el ataque como uno de los peores en territorio controlado por el régimen de Bashar al-Assad desde el inicio de la guerra. También como uno de los más sangrientos que han tenido como blanco a las fuerzas militares de Siria.
Las fuerzas militares sirias no tardaron en responder al ataque bombardeando el bastión rebelde de Idlib, así como partes de la provincia de Alepo controladas por los rebeldes. El mismo Observatorio Sirio mencionó que el resultado de estos bombardeos fueron ocho muertos y cerca de treinta heridos, entre los que hubo varios niños. No hubo grupo yihadista alguno que se adjudicara la responsabilidad por el ataque.
Bombardeo en zonas rebeldes. Fuente: @Charles_Lister
El viernes se celebrarían los funerales. Estos contaron con la presencia del ministro de defensa sirio, Alí Mahmoud Abbas. Las autoridades sirias declararon tres días de luto por las víctimas.
El ministerio de exteriores sirio mencionó que el ataque era otra muestra del “enfoque terrorista brutal y sangriento” que sufre Siria desde hace años.
El ataque coincidió con una campaña militar contra las fuerzas kurdas del norte de Siria por parte de Turquía. El gobierno turco menciona que llevó a cabo ataques aéreos que destruyeron treinta objetivos. Entre estos hubo “refugios, depósitos y sitios de almacenamiento”. Esta campaña dio como resultado un dron turco derribado por parte de los FI6 de Estados Unidos. Posiblemente el dron estaba a medio kilómetro de las fuerzas estadounidenses en Hasakah, norte de Siria.
Dron derribado de Turquía. Fuente: @Charles_Lister
La mayoría del país ya está bajo control del gobierno sirio. Sin embargo, el noroeste está bajo control compartido de las fuerzas armadas de Turquía, y varios grupos yihadistas.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó una “profunda preocupación” acerca de la respuesta del gobierno sirio. Por su parte, el enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, mencionó la necesidad de “una reducción inmediata de la violencia, un cese al fuego nacional y un enfoque cooperativo para contrarrestar a los grupos terroristas”. Medio millón de personas ha muerto en los doce años de guerra civil que llevan azotando a Siria.
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