El colapso de la URSS ha permitido un incremento de la influencia pública y privada de la Iglesia y la fe Ortodoxa. Con el cambio de élites en Rusia en el año 2000, la Iglesia ha participado más activamente en la política.
Las corrientes nacionalistas rusas han incrementado su importancia en la religión ortodoxa. La religión está conectada en estos casos a la identidad nacional más allá de las afiliaciones étnicas. Da una base moral para acciones tanto individuales o colectivos, haciéndolas sagradas e incuestionables. El cristianismo ortodoxo permite que haya movilizaciones y se tomen acciones concretas.
La Iglesia Ortodoxa Rusa es la más grande de las catorce iglesias ortodoxas reconocidas. El liderazgo de dicha iglesia tiene una alta conciencia su pasado imperial, así como del hecho de ser la única que tiene un gran respaldo de un estado. También se han ganado el apoyo de sectores conservadores en occidente por mencionar defender valores tradicionales
Vladimir Putin se ha beneficiado del respaldo de la iglesia ortodoxa. Esta es respetada, a pesar de que los rusos no suelen ser muy piadosos ni participativos en los servicios religiosos. La Iglesia Ortodoxa Rusa ha participado activamente en la política, con su influencia permitiéndole participar en la Duma. Varios funcionarios de gobierno de Rusia han reconocido su fe ortodoxa. Vladimir Putin ha dado dinero a la Iglesia Ortodoxa a cambio de apoyo. El Ministerio de Defensa construyó una Catedral Ortodoxa. Por su parte, el Patriarca Kirill ha descrito el gobierno de Vladimir Putin como “un milagro de Dios”.
La Iglesia Ortodoxa Rusa es un instrumento importante de poder blando para Vladimir Putin. Pensadores ortodoxos rusos han dado una cobertura teológica a las ambiciones de Moscú. Rusia ha usado sus lazos con la Iglesia Ortodoxa para justificar políticas agresivas, y su retórica religiosa le han ganado el apoyo de la ultra derecha europea. Esto ha sido a pesar de que a veces tienen intereses distintos el Kremlin y la Iglesia Ortodoxa. Rusia moviliza a una Iglesia Rusa Ortodoxa persiguiendo sus objetivos de política exterior.
Fuente: Bellum Acta - Intel, Urgent News and Archives
El Kremlin consideró que era esencial convertir a la Iglesia Ortodoxa Rusa en una global. La Iglesia Ortodoxa también ha tenido influencia en el arsenal nuclear estratégico de Rusia. Defendió a la instalación nuclear de la exclusión política y social, construyendo iglesias a su alrededor. Patriarcas, sacerdotes y otros miembros del clero han interactuado con los comandantes nucleares.
Rusia ha aprovechado los lazos entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Kremlin para usar la religión como una herramienta en países como Moldavia. Los clérigos de alto rango moldavos, aliados de Moscú, han hecho todo lo posible para evitar que Moldavia se integre a Occidente. En Moldavia hay una conexión fuerte entre la iglesia y la población. Esto le facilita a la Iglesia Ortodoxa Rusa desarrollar la narrativa del Ruskii Miir.
Varios sacerdotes moldavos han estudiado en seminarios rusos. Habiendo estudiado en Rusia, adoptan los puntos de vista de dicho país. Esto da a que naturalmente se pueda aceptar la narrativa rusa en la política de Moldavia. La Iglesia Ortodoxa Moldava se opuso a la integración en la sociedad europea. Las instituciones de la Unión Europea son vistas como contrarias a la ortodoxia. El Metropolitano de Moldavia, Vladimir, mencionó que “la Unión Europea está intentando imponer sus leyes europeas, extranjeras a nuestras tradiciones morales y espirituales”.
Otros países sobre los que ha ejercido influencia a través de la religión son Georgia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia, y Estonia.
Vladimir Putin creó el concepto Ruski Miir, o Mundo Ruso en 2007. El objetivo fue hacer populares la cultura, el idioma, y el conocimiento ruso. La Iglesia Ortodoxa Rusa se unió dos años más tarde, para crear una imagen favorable al concepto del Ruski Miir.
Rusia tiene a la Iglesia Georgiana Ortodoxa para contrarrestar la orientación pro Occidente de Tiblisi. El Kremlin tiene que trabajar con la Iglesia Ortodoxa Rusa para aprovechar la posición de la Georgiana. Un ejemplo es la guerra de 2008. El Kremlin explotó a la Iglesia Ortodoxa Rusa para des escalar la situación y normalizar la situación política. Aunque la Iglesia Georgiana no depende de Moscú, si se opone a las tendencias pro occidentales de Georgia. La iglesia en Georgia fue la institución más confiable para su gente en 2014, aunque esto no se tradujo en apoyo para Rusia. Las dos iglesias tuvieron relaciones cordiales a pesar de la guerra y fueron el único canal diplomático para ambos países durante la confrontación.
Se planeó el reconocimiento de la autocefalia de Ucrania en 2008. El entonces presidente, Viktor Yushchenko visitó al Patriarca Bartolomé en Estambul. Su visita tuvo el fin de separar la Iglesia Ortodoxa en Ucrania de Moscú. Invitó al Patriarca en 2008 a celebrar el mil veinte aniversario de la cristianización de Kyiv. La Iglesia Ucraniana, por su parte, se opuso a la candidatura de Yushchenko y la Revolución Naranja. La Iglesia Ucraniana tenía lazos al Kremlin. El nicho de la iglesia de Kyiv, subordinado al Patriarcado del mismo nombre, luchaba activamente por la conciencia nacional de Ucrania.
La Iglesia Ortodoxa Rusa y su subordinada en dicho país jugaron un rol importante en oponerse al Maidán en Ucrania. Sin embargo, al inicio habían sido más conciliadores que el Kremlin. Los sacerdotes apoyaron a los movimientos pro rusos en Crimea y el Donbás. Vladimir Putin ya utilizaba antes de la guerra a la Iglesia Ortodoxa Rusa para interferir en Ucrania, ya que la Iglesia tiene jurisdicción sobre la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Por eso, la autocefalia fue un duro golpe para el Kremlin.
A pesar de que la Iglesia Ortodoxa Rusa siempre ha mencionado respetar las fronteras y la soberanía, su discurso de unidad espiritual no permitía que Ucrania y Bielorrusia tuvieran una identidad e independencia. Por eso, reclama el derecho de definir la orientación económica, religiosa, social, y cultural de ambos países.
El Patriarca Kirill declara la invasión a Ucrania como guerra santa. Fuente: SAMU.ZA
En Ucrania utilizó la carta de “defensor de los cristianos perseguidos”. Fue un argumento muy sonado desde 2018, con el establecimiento de una iglesia ortodoxa independiente de Moscú alineada con Constantinopla.
Evocó el discurso de la defensa de los cristianos ortodoxos perseguidos por un régimen nazi para entrar en Ucrania en 2022. También lo había aplicado ocho años antes con la anexión de Crimea. Estas acciones fueron enmarcadas en un discurso de construir una gran Rusia, basada en el concepto de una Santa Rus. Este fue un territorio establecido con el bautismo del príncipe Vladimir en 988 cerca de Kyiv. Ambas acciones fueron enmarcadas en fraseología de unidad cultural, una unidad que debe ser asegurada políticamente.
Putin mencionó que Crimea y Sebastopol eran un lugar sagrado para Rusia, como una Jerusalén, en un discurso pronunciado el 4 de diciembre de 2014, por el aniversario del bautismo del Príncipe Vladimir.
Esa carta no solamente se limitó a Ucrania. Putin utilizó a la Iglesia Ortodoxa para justificar su intervención en Siria. Mencionó a los cristianos afectados en dicho país por la guerra. El estado ruso y la Iglesia Ortodoxa Rusa incrementaron su compromiso con los perseguidos en Medio Oriente y África en esos años también. Construyó un marco de derechos humanos, mencionando ser el único actor en la escena internacional que ponía atención en este asunto.
Fuente: @iraqschristians
Putin ha mencionado temer que el Medio Oriente se vaciara de sus antiguas comunidades cristianas. Afirmó que su intervención en Siria restauraría a las comunidades cristianas. Putin explotó las declaraciones del Papa Francisco respecto a la persecución de los cristianos en Medio Oriente para acercarse a los líderes conservadores europeos.
Los lazos de Moscú con la Iglesia Ortodoxa Serbia han sido importantes en la cuestión de Kosovo. La Asamblea Santa de Obispos de Serbia reiteró en 2018 su oposición a la independencia de Kosovo. Mostró particular preocupación por los sitios religiosos de los serbios ahí. Rusia ha pedido especial protección internacional para los sitios que son patrimonio ortodoxo en Kosovo. Con esto ha logrado forjar una afinidad entre ambas iglesias. La Iglesia Ortodoxa Rusa tiene un status especial en Serbia. El Patriarca Ruso Alexy II fue a Belgrado a apoyar a los serbios durante la campaña militar de la OTAN en los 90. La Iglesia Rusa Ortodoxa ha apoyado a las comunidades ortodoxas en Kosovo y recibido a los líderes políticos serbios.
El Patriarca Kirill se entrevistó con el Papa Francisco en La Habana en 2016. Ambos emitieron en esa reunión una declaración conjunta que hablaba de un revivalismo cristiano en Europa y el matrimonio. Así se pretendía posicionar a Rusia como el campeón global del conservadurismo social. La reunión entre ambos no habría tenido lugar sin la bendición de Vladimir Putin.
Putin ha descrito a su país como el defensor de los valores conservadores en su competencia global con Estados Unidos.
Conclusiones
Tras la caída de la Unión Soviética hubo un incremento en el fervor religioso en Rusia, tanto en la esfera pública como la privada. La fe ortodoxa también ha pasado a ser un componente importante en la identidad nacional rusa. Está el fuerte apoyo de parte de la Iglesia Ortodoxa Rusa a Vladimir Putin, a cambio de dinero. Esto también ha permitido que la iglesia tenga la influencia suficiente para participar en la Duma.
La Iglesia Ortodoxa se ha convertido para el Kremlin en un instrumento importante de política exterior, usándola como herramienta de poder blando. Su cercanía con la ultra derecha rusa es una muestra.
También puede verse que uno de los principales escenarios en los que Moscú usa la religión como herramienta de política exterior son los países que son eslavos y ortodoxos. Los mejores ejemplos son Ucrania, Georgia, y Bielorrusia, entre otros. Es una herramienta importante para minar la influencia occidental. También la iglesia ha sido un importante canal diplomático. Pretende proyectarse en temas sensibles, como la persecución a los cristianos en Medio Oriente. Se pretende proyectar como el defensor de estos. Esto le ha abierto puertas con políticos de ultra derecha europeos y le ha acercado al Vaticano. Esto también se ha logrado con Putin intentando mostrarse como el defensor de los valores conservadores.
Guillermo es un escritor, periodista y analista internacional independiente. Si te gustó lo que leíste, él te agradecerá mucho tu donativo a:
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